Vamos por la vida sabiendo que la felicidad y el amor no se buscan, que se encuentran. Y que no alcanza con reconocerlo, sino también aprender a disfrutarlo. ATRAPAR esos momentos que nos otorgan felicidad, que nos dan alegría, que nos hacen sentir que estamos vivos y que no hay nada más lindo que eso. Que nos hagan sentir engrandecidos y por tanto agradecidos. Momentos que desearíamos que nunca terminaran, que pasen lentamente y fueran eternos, que mañana sean más que tan solo un recuerdo. En definitiva, todo a nuestro alrededor cobra sentido cuando nosotros sabemos apreciar y disfrutar desde las pequeñas cosas hasta las más grandiosas.
Pero a veces olvidamos que si bien no hay que vivir pendientes de "buscar la felicidad", la vida es un proceso y nosotros somos responsables de cómo suceden todos los días de nuestra vida. Olvidamos que tenemos varias de las llaves a importantes cerraduras, de las cuales posiblemente no tengamos idea que existen, y que hay cosas que SÍ podemos y DEBEMOS buscar. Olvidamos que el amor por algo o hacia alguien y la felicidad, surgen en consecuencia a algo fundamental: la MOTIVACIÓN.
Suena redundante pero somos dueños de nosotros, y cuando sentimos que no avanzamos, creo simplemente que perdimos de eje nuestra motivación,que perdimos el sentido; dejamos de sentirnos guiados.
Es hora de buscar algo que nos motive, que nos encienda, que nos diga quiénes somos en realidad, que nos reencuentre con nosotros mismos: la búsqueda de motivaciones representa el esfuerzo de sentirnos vivos. No vamos a poder (ni vamos a querer) despertarnos todos los días y encontrar la felicidad hasta en lo más mínimo si nada nos motiva, si nada nos hace creer que vale la pena seguir,si nada nos enseña que hay esperar y lo importante de ser PACIENTES.
El mundo, mientras tanto, nunca dejará de ser real. Habrá dolor, tristeza, soledad y desesperanza, pero en nuestras manos siempre estará superponer NUESTRO mundo en el que también habrá felicidad, alegría, sonrisas y deseo. DESEOS. La motivación hacia algo, nos hace desear. Quien desea fervorosamente tiene una pasión. Alcanzar o satisfacer esos deseos probablemente nos traiga una gran satisfacción, pero aunque esto no ocurriera, podríamos sentirnos bien y seguir intentándolo porque ya encontramos los motivos necesarios por los que seguir, estamos cara a cara frente a nuestras pasiones. Y creo,básicamente, que quien vive guiado por sus pasiones, justamente eso... VIVE
Todo lo demás llegará solo.
domingo, 26 de mayo de 2013
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