¡YO QUIERO! ¿dónde hay?...

Millones de ocasiones vemos ropa que nos encanta. Bah. Que nos fascina. O que simple y llanamente nos gusta. Puede ser un vestido, un jean, una falda, unos leggins, en fin. Unas veces las vemos en la tienda, en la feria, en el mall o sencillamente, "en vivo y en directo". Las tocamos, las sentimos, vemos la calidad de la tela y su textura. Jugamos. Apreciamos o despreciamos. Depende. Si nos gusta o no. Es toda una experiencia religiosa. Y claro, en muchas de las ocasiones, o tiene  algún detalle de marras que hace que no eligamos la prenda en cuestión. Horrible oye. La plata también es un stop que no para nadie. El cuánto cuesta es definitivo en muchas ocasiones. Y lo peor de todo, es cuando son prendas que están de moda. Fácil y te tropiezas con una  linda chica que tiene ¡el mismo vestido! o al menos uno muy pero muy parecido.

estamos hablando de los artesanos de la moda, a quienes hemos venido despreciando a lo largo de muchos años, por las tiendas por departamentos que tienen "cosas lindas" y que hoy "no pasa nada". Los costureros y costureras, son, sin contradicción alguna, salvadores de la moda. Si compras alguna ropa, y te queda muy ancha, te la hacen a medida. Si es muy larga, la acortan, si es muy corta, la alargan, si se te rompe, la cosen, la modifican si es que no te gusta. Y encima, viendo una fotito, fácil y te hacen tu vestido tal como tú quieres. Ahí quería llegar.